De todos es sabido que en España no ha habido un pacto educativo nunca. ¿Por qué? ¿Es el diablo quien está detrás del asunto? ¿Por qué una cosa tan elemental no se lleva a la práctica desde hace cuarenta años? ¿Por qué la educación es siempre zona de litigio? Hoy hacemos una pequeña aproximación al asunto.
El lunes, la conferencia sectorial, que reúne a todos los consejeros de Educación de las autonomías con el ministro, fue una balsa de aceite. En las imágenes televisivas podíamos apreciar rostros muy sonrientes y cordiales abrazos. No era para menos. El ministro de Educación, Méndez de Vigo, les había anunciado a sus adláteres la muerte de la LOMCE. Tal y como sucediera con la LOCE de Pilar del Castillo, la ley del PP no ha resistido dos asaltos. En su lugar, todos los partidos políticos se embarcarán en la creación de un pacto estatal por la educación.
¿Porque ese pacto no se ha producido hasta ahora? ¿Por qué el pacto es tan difícil?
Si ese pacto es tan necesario como todos sabemos, ¿por qué no se ha producido hasta ahora? Pues porque es muy difícil. La educación tiene en España un grave problema y es que las personas implicadas en la misma ponen sus propios intereses por delante del de los estudiantes y del propio país. Eso es lo que ha impedido (y va a dificultar enormemente) un pacto por la educación.
Los culpables o implicados
Pensemos quienes son los sectores implicados y al ver sus intereses, tomaremos conciencia de la dificultad de cuadrar el círculo. Haré un análisis del problema situando sus causas de mayor a menor.
Los separatistas
Por un lado están las fuerzas separatistas, que desde un inicio han concebido el sistema educativo como el resorte ideal para hacer propaganda de su credo. Y así, comenzaron llevándose las competencias educativas a principios de los ochenta, prosiguieron diferenciando los currículos, prohibiendo o dificultando la enseñanza y el uso del español y ahora emplean a los estudiantes criados por su sistema como ariete de la separación de España. ¿Cree alguien que una estrategia que les ha dado un éxito tan soberano va a ser abandonada con facilidad? El PSOE acaba de pactar con el PNV que Euskadi es una nación. ¿Una nación, la gran nación vasca, va a renunciar a tener un sistema educativo diferenciado?
Los profesores universitarios
Por otro lado están los profesores universitarios y la universidad en general, que en España está sobredimensionada. En nuestro país hay unas cincuenta universidades (en California, nueve con cuarenta millones de habitantes), la mayoría surgidas al calor de la LOGSE. Para entender esto, hay que saber que el profesorado universitario en España entra por enchufe directo. Las universidades desde 1975 han servido para dar trabajo a miles de personas cercanas a los partidos de izquierda (sobre todo PSOE y PCE) pues son los profesores en activo quienes enchufan a los que llegan nuevos por afinidad política. Esto es lo que explica que gran parte de los políticos sean profesores universitarios. Para llenar las universidades y dar trabajo a esta santa compaña es preciso que todos los alumnos aprueben el bachillerato y que la selectividad o las reválidas no existan o no supongan una criba. ¿Por qué en la prueba de Selectividad, que controlan las universidades, aprueba el 97% de los alumnos? ¿Por qué es tan fácil aprobar ahora las carreras? Como en los juicios americanos, no hay más preguntas. Estos señores viven del sistema y no querrán bajarse de su posición. Están más preocupados por mantener su puesto de profesor universitario que por el futuro de sus alumnos al acabar sus estudios. De ahí su oposición al Plan Bolonia.
Los sindicatos y partidos de izquierda
Otra pata del banco son los sindicatos y las fuerzas de izquierda, que también esperan que el sistema educativo ideologice a los alumnos, preocupándose mucho más de que se les aleccione en valores supuestamente progresistas como el pacifismo, el feminismo o el ecologismo que en que los profesores sean buenos y los alumnos aprendan sistemas de ecuaciones y sean evaluados objetivamente.. Es algo parecido a lo que hacen los nacionalistas, pero aplicado a la ideología de izquierdas. Para contar con más fuerzas en los centros impusieron los consejos escolares, ganando a padres indómitos en defensa de sus intereses (los de las fuerzas de izquierda).
Los centros concertados y la Iglesia
Otro elemento clave son los centros concertados, que están más preocupados por el dinero que les da graciosamente el Estado para pagar las nóminas de sus empleados y por la libertad para imponer sus criterios ideológicos y curriculares en los centros que por el futuro de los alumnos españoles. Esto quiere decir que a estos empresarios les va mejor cuanto peor vaya y más se desprestigie la educación pública, por lo que el deterioro de los centros públicos en los últimos veinte años les ha venido de perlas. No hay que olvidar tampoco que la mayor parte de estos centros concertados forman parte de la estructura de la Iglesia Católica, por lo que a sus intereses económicos se unen los religiosos.
Los profesores de instituto y los maestros
Y finalmente, forman parte del problema una gran parte de los profesores de instituto y de los maestros del sistema público, que están más preocupados por vivir de forma cómoda y tener un trabajo eterno que por el futuro de sus alumnos. Una parte importante de ellos ha accedido a la docencia y hasta se ha convertido en funcionario sin superar unas pruebas exigentes. A todos se les llena la boca de Finlandia, pero lo cierto es que las pruebas de cultura general para las oposiciones de maestro de la comunidad de Madrid fueron suspendidas por más del 80% de los maestros que se presentaban. Y preguntaban cosas como las provincias por las que pasa el Duero; es decir, los mismos conocimientos que ellos han de impartir. Esta es la situación real del profesorado en España. ¿Por qué muchos profesores no quieren reválidas ni ninguna prueba externa? ¿Acaso no le va mejor a un mal restaurante una guía Michelin donde cada uno se ponga sus estrellas?
Dios bendiga el pacto
Como podemos ver, son muchas las fuerzas más preocupadas por si mismas que por el futuro de los alumnos. Eso es lo que explica que no haya habido hasta ahora un pacto por la educación y eso es lo que explica que este pacto sea tan difícil.
En todo caso, hay también elementos a favor y es que por primera vez los partidos parecen decididos a hacerlo. Esperemos que sean capaces de cuadrar el círculo por el bien de todos. Ah, y que el pacto sea bueno… que esa es otra.